sábado, 10 de marzo de 2012

OBRAS DE MISERICORDIA (CORPORALES)

VISITAR Y CUIDAR A LOS ENFERMOS

La mayoría de nosotros hemos estado enfermos en alguna ocasión. Ahí estaba nuestra familia para cuidarnos. Hay personas que no tienen tanta suerte, se encuentran solos, no tienen medios económicos y necesitan que se les tienda una mano.
Nosotros podemos ayudar a estas personas que son menos afortunadas haciéndoles una visita, colaborando en la compra de medicamentos, rezando por ellos o, si están en otros países, ayudando por medio de ONG, por ejemplo.

DAR DE COMER AL QUE TIENE HAMBRE

Cuando damos alimento a una persona que tiene hambre, además de saciarle su necesidad, estamos ofreciendo un gesto sincero de cariño. Desde el cielo, Jesús nos ve y sonríe ante nuestra buena acción porque en cada hambriento está Él presente. Nosotros podemos ayudar al hambriento no solamente dándole comida sino también no malgastando la nuestra.

DAR DE BEBER AL QUE TIENE SED

El agua es muy importante para la vida. Nos da mucha satisfacción poder saciar nuestra sed pero sabemos que no todas las personas tienen acceso a agua limpia y potable. Hay lugares donde el agua está contaminada y las personas, al consumirla, contraen enfermedades.
Debemos ayudar para que esto no ocurra.
Igual que dijimos con la comida, una forma de ayudar es no malgastar el agua.


VESTIR AL DESNUDO

En muchas ocasiones nos encontramos con personas que están muy mal vestidas con rotos y suciedad. Podemos demostrar nuestra bondad dándole ropa limpia y respetable para que se sientan mejor.





ASISTIR A LOS ENCARCELADOS

El ser humano es libre para hacer el mal o el bien. Hay ocasiones en las que sus actuaciones pueden dañar gravemente a otras personas o cosas y entonces se produce una pérdida de libertad.
Cuando una persona está en la cárcel debe recapacitar y darse cuenta que ese no es buen camino, que tiene que cambiar y lo primero es arrepentirse del mal causado.
Hay personas que se dedican a visitar las cárceles y hablar con los presos para que puedan llevar esto a cabo. Les hablan del amor de Dios y hay muchos casos en los que el preso se da cuenta de cual es su verdadero camino y lo equivocada que era su manera de actuar.

ACOGER AL PEREGRINO

Podemos decir que peregrino es toda aquella persona que anda por tierras extrañas. También es peregrino la persona que por devoción o por voto va a visitar un santuario.
En cualquiera de los dos casos, es nuestro deber como cristianos ayudarle en lo que nuestras posibilidades nos permitan.
Existen casas de acogida para estas personas. Algunas están sustentadas por la Iglesia o por ONG.

ENTERRAR A LOS DIFUNTOS


La muerte de nuestros seres queridos nos supone angustia y dolor.
En estas situaciones es bueno acompañar al que ha sufrido la pérdida de algún familiar y darle nuestro apoyo y compañía.
Por la persona que fallece debemos rezar para que su alma se encuentre pronto con Dios y a su cuerpo darle sepultura.

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